Estamos acostumbrados a bucólicas imágenes de muñecas, sobre todo en en temas publicitarios. Todos es luz y color. Pero ¿Qué pasa cuando esas mismas muñecas las sacamos de ese contexto? ¿Qué pasa cuando cambiamos la posición de la luz? ¿Que sucede cuando las encontramos en lugares no habituales? ¿Cambia algo nuestra percepción? ¿Miedo en ocasiones? ¿Sucede lo mismo en la vida real cuando sacamos fuera de su contexto las cosas que nos ocurren?
domingo, 25 de enero de 2009
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